La Vuelta alcanza su ecuador con una jornada que parece hecha para rodadores... pero que esconde más trampas de las que muestra.

Con 161 km y 1.013 metros de desnivel positivo, esta tercera etapa atraviesa campos abiertos, pueblos con historia y kilómetros donde el viento será tan determinante como la fuerza en las piernas.

El recorrido comienza suave, pero pronto llega el Alto de los Santos (km 58,6), primera dificultad del día y anticipo de lo que viene. Tras él, la Meta Volante en Consuegra (km 94,2) marcará el inicio de la batalla por los puntos intermedios.