Después de un arranque exigente, la segunda jornada de la Vuelta cambia de ritmo, pero no de belleza.
Con solo 90 kilómetros, esta etapa es más corta, pero no menos estratégica. El pelotón tomará la salida desde Ruidera, en pleno corazón natural de Castilla-La Mancha, y afrontará de inmediato el Alto de Ruidera (km 2), un pequeño aviso de que nada está regalado.